Un mosaico de colores

 

Los niños de estas edades sienten una gran curiosidad e interés por observar el entorno que les rodea. Descubrir los cambios que se producen, sobre todo en la naturaleza, con la llegada del otoño se convertirá en una vivencia significativa para su desarrollo. El aprendizaje es una cuestión de vivencias. El niño aprende a partir de la experiencia directa, de las sensaciones que le provoca todo lo que ve y manipula, es decir, todo lo que le llega por los cinco sentidos.

Ellos mismos van generando hipótesis, que con la ayuda del adulto y partiendo de lo que ya saben, van descubriendo los elementos más característicos de esta estación, las diferentes sensaciones, los cambios que se producen en la vestimenta, en los jardines…

Aprovechando todos los recursos, motivación y expectación que nos ofrece el entorno natural y nuestro jardín como espacio de referencia, el otoño se ha trabajado de una manera vivencial acompañándolos en todo momento para ir dándoles respuestas, haciéndoles caer en la cuenta disfrutar con ellos de cada descubrimiento…

Nada hay en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos” Aristóteles.



Comentarios

  1. Que video mas bonito. Que placer verles disfrutar de las actividades que preparáis. Muchas gracias

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  2. Para cuándo un aula para adultos??? Yo quiero ir a cigüeña!! Las caras de los peques reflejan el gran trabajo qué hacéis!! Gracias 🤗🤗

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  3. Gracias por este bonito video. Gracias por compartir estos pequeños grandes momentos y sacarnos una sonrisa por las ingenuidades de los niños. Muchas gracias por vuestro trabajo.
    Papas de Valeria

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